Cómo defenderse del frío. Comportamientos y hábitos saludables para evitar contracturas y dolores musculares

Muchas veces el impacto con la temporada de frío puede ser problemático: nuestro cuerpo no está preparado para afrontar temperaturas rígidas y para cambiar hábitos que había abandonado durante varios meses. Así, puede suceder que en los primeros resfriados nos encontremos con fuertes resfriados, contracturas y tensión muscular debido a golpes de aire inesperados o varias grietas bastante molestas. Sin embargo, existen algunos movimientos estratégicos que se pueden adoptar para evitar los líos de la temporada invernal y que conciernen a diversos ámbitos de nuestra vida: desde la "nutrición" hasta la vestimenta, pasando por los hábitos domésticos y el cuidado personal. Aquí tienes algunos consejos preciosos para evitar que la estación fría te pille desprevenido y vivirla al máximo sin quedarte inconsciente.

Contracturas frías: métodos para evitar la tensión muscular

Suele ocurrir que durante la estación fría sufren contracturas musculares principalmente por golpes de aire o cambios de temperatura demasiado violentos. ¿Cuántas veces, incluso simplemente a finales de otoño, nos han sorprendido las heladas, sin bufanda, gorro ni ¿La ropa adecuada? Y aquí viene el dolor de espalda, el dolor de cuello y diversas dolencias. Cubrirse adecuadamente es de hecho una de las primeras reglas para protegerse del frío invernal. ¡Pero eso no es todo! Aquí hay algunos hábitos saludables a seguir para afrontar mejor el sazonar el frío y evitar tensiones musculares y contracturas:

  • Con la llegada del frío, sería bueno volver a llevar la camiseta de la salud: aunque pueda parecer un hábito inútil y pasado de moda, la clásica camiseta de tirantes de algodón es una estupenda forma de aislar el cuerpo del frío, protegiendo el estómago. ., espalda y zona lumbar, entre las partes más delicadas y expuestas.
  • Teniendo en cuenta que una de las principales causas de la aparición de dolencias estacionales está representada por los violentos cambios de temperatura a los que se está sometido continuamente, aderezar "cebolla" es siempre un movimiento estratégico ganador. A las temperaturas de los interiores en los que se detiene, evitando sufrir un exceso de calor y luego sufrir el violento choque con el duro frío del exterior.
  • Elija zapatos con suelas que actúen como aislantes. No subestimes la importancia de contar con un calzado adecuado para la temporada de invierno: tener los pies calientes te permite sentir menos la sensación de frío en todo el cuerpo.
  • Trate de evitar permanecer demasiado tiempo cerca de las ventanas, especialmente si tienen corrientes de aire, que a menudo causan dolor de cuello, cervicales y espalda; en estos casos intente bloquearlos con el uso de cojinetes o cintas aislantes.
  • Si practicas deportes al aire libre, asegúrate de lucir la ropa técnica adecuada.
  • Recuerda no salir ni acostarte con el pelo mojado: en estos casos una rigidez en el cuello o el cuello sería una garantía.
  • Cuando hagas alguna actividad física en interiores, recuerda no salir al aire libre aún sudado o no completamente seco: sobre todo cubre el cuello y la cabeza, de lo contrario experimentarás el salto y estarás sujeto a estiramientos y contracciones.

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Cómo lidiar con las distensiones musculares y las contracturas frías: termoterapia y otros remedios

Sin embargo, si el frío te provoca contracturas y tensiones musculares de diversa índole, puedes recurrir a métodos sencillos que pueden reducir las molestias y facilitar la relajación de los músculos. La termoterapia, que aprovecha el uso del calor con fines terapéuticos, es una de ellas. El calor, de hecho, al aumentar el flujo sanguíneo en el punto de aplicación y, en consecuencia, el aporte de oxígeno a los tejidos, ayuda a reducir la rigidez articular o espasmo muscular, que alivia el dolor Uno de los usos más frecuentes de la termoterapia está representado por ejemplo por parches o bandas autocalentables que actúan directamente sobre la parte afectada por el dolor.

Existen otros remedios que pueden ayudarte en estos casos, desde diversas técnicas de relajación - incluyendo masajes, yoga y pilates, todos métodos perfectos para la relajación muscular - hasta baños relajantes con bicarbonato de sodio o ungüentos a base de árnica, pimienta de cayena u otras hierbas con revulsivo. o propiedades antiinflamatorias.

En general, sin embargo, recuerde que no es solo el resfriado el que impacta en el cuerpo y provoca inflamación muscular y contracturas diversas, sino que también juega un papel fundamental el estrés, que provoca tensiones y tensiones psicosomáticas. Que el problema tiene origen físico y psicológico: en estos casos es necesario recuperar un poco de serenidad y aliviar la tensión. ¿Igual que? Con los métodos que prefieras y que te resulten más agradables: dedícate a tus pasatiempos favoritos, organiza salidas con tus amigos más cercanos, practica deportes o técnicas de relajación como el yoga; en definitiva, tómate unos momentos que te permitirán desconectarte por completo de la rutina y las obligaciones diarias y recargar pilas. Uno de los errores más habituales es subestimar el poder del estrés y las repercusiones que tiene en nuestro organismo y calidad de vida.