Luchando contra la tristeza del invierno

Cuando la luz disminuye

Con la llegada del otoño, aproximadamente una de cada diez personas (y el 75% son mujeres) sufre un trastorno afectivo estacional, comúnmente llamado melancolía invernal o depresión estacional (SAD). Varios estudios muestran que el desencadenante de estos trastornos sería la considerable falta de luz natural para el organismo. De hecho, durante el invierno las horas de luz y los momentos soleados disminuyen mucho. El resultado es que el cerebro produce mucha más melatonina, la llamada "hormona del sueño", que nos da sueño, irritabilidad y altera nuestro equilibrio biológico interno.


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Hay muchos métodos simples pero efectivos para estar enérgico incluso durante el invierno:


Llénate de luz

También llamada fototerapia, la fototerapia consiste en exponerse todos los días, durante 30 minutos, una hora, a una lámpara especialmente diseñada para ofrecer la máxima luz. Puedes hacer estas sesiones en algunos consultorios médicos, en el hospital, conseguir una lámpara portátil para usar en casa u optar por gafas de fototerapia, que te permiten recibir la cantidad adecuada de luz mientras haces otras cosas al mismo tiempo. Otra solución interesante: el simulador de amanecer. Esta lámpara-riveglio sincroniza el cuerpo al ritmo de la sucesión del día y la noche, permitiéndote conciliar el sueño y despertar con una luz similar a la del atardecer o el amanecer.


Reequilibrio con plantas

Si se siente agotado, tomar cápsulas de hierba de San Juan puede ayudar. Las virtudes terapéuticas de esta planta son reconocidas para combatir ciertos estados depresivos (al menos tan efectivos como ciertos antidepresivos químicos).


No seas perezoso

Está absolutamente prohibido pasar la pausa del almuerzo en la oficina, tragando bocadillos o dulces frente a la computadora. Aproveche los pocos momentos soleados para pasear por el parque, con su hombre o sus compañeros, o para mirar escaparates. No hay nada mejor que un pequeño movimiento para ahuyentar los malos pensamientos ...


Salir a lo profundo

Si su billetera lo permite, reserve un viaje a un país caluroso. Sol, arena, cocos ... aprovecha esta escapada para olvidarte del frío deprimente del invierno y ponerte en forma. ¡Elija irse durante las vacaciones de Navidad o los puentes de invierno, por ejemplo!


Mímate un poco

Piensa más que nunca en tu bienestar en invierno. Organice un ambiente zen y confortable, aún más agradable gracias a una serie de tratamientos. Mascarillas hidratantes, manicuras, baños relajantes con aceites esenciales o masajes regeneradores en un instituto de belleza. En pocas palabras: ¡mimado!


Duerme para recuperarte

Además de la siesta de la tarde (que nunca debe exceder los 20 minutos), asegúrese de dormir bien. Así que evita las buenas noches y los despertares inquietos. Trate de acostarse temprano y despertarse a la misma hora todo el tiempo para no alterar sus ritmos circadianos.


Regálate salidas

Cine o cena a la luz de las velas con tu hombre, compras con amigos, un espectáculo en el teatro: el objetivo sigue siendo cuidar tu estado de ánimo, recuperar la armonía con el mundo y no estar solo con tu melancolía. Incluso si puede parecer difícil al principio, ¡probarás el resto! Debe realizarse al menos una vez a la semana.


Hacer deporte

Trotar, piscina, bicicleta estática, salsa, step o curso de estiramientos ... no importa qué actividad elijas practicar, siempre y cuando te permita liberar endorfinas, ideal para aliviar tensiones, tratar dolores y malestar. una agradable sensación de euforia.


Cuida tu imagen

¿Y si aprovechas el invierno para cambiar de look? Peinado, maquillaje, vestuario, complementos de moda… ¡Atrévete con los colores! Sigue los consejos de un lookmaker o de tus amigos: un cambio de look te dará un objetivo a alcanzar, te levantará el ánimo y te permitirá vivir el invierno de una manera diferente.


Aumenta la ingesta de vitaminas.

Empujas constantemente y te sientes pesado. Aprovecha el invierno para comer más ligero: abundan las sopas calientes, minestrone, pescados a la plancha. Si te apetece, durante un par de días opta por una dieta detox. Coma las frutas y verduras adecuadas y beba infusiones de hierbas a voluntad para purificar el cuerpo y la mente. También puede tomar una cura de vitaminas tomando complementos alimenticios que le permitan fortalecer sus defensas inmunológicas.


Piensa en los demás

Voluntario de una asociación humanitaria: es ideal para relativizar tus pequeñas preocupaciones diarias y sentirte socialmente útil.


Consulte a su médico

Su médico de cabecera puede ayudarlo en caso de necesidad. Él puede aconsejarle sobre cómo aliviar las molestias diarias y, al escucharlo con atención, también puede ayudarlo a animarlo.

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