Lo que hemos aprendido de 2020
2020 será para todos nosotros el año infame de la pandemia Covid-19: una "nueva, violenta y desconocida gripe altamente contagiosa que nos ha obligado a entrar a casa durante buena parte del año, trastornando nuestras vidas, sin excepción".
El mundo entero fue tocado por este gigantesco evento y cada uno de nosotros tuvo que prescindir de algo. Están los que han perdido a sus seres queridos, los que trabajan y que, a pesar de gozar de una buena salud física, la han padecido a nivel psicológico.
Pero como cualquier experiencia, ya sea positiva o negativa, siempre hay algo que aprender. Esto es lo que aprendimos en 2020.
Pero primero, si se sienten un poco deprimidos, aquí hay algunos ejercicios para volver a amarse mutuamente:
No subestimes las pequeñas cosas
Un abrazo, un café con amigos, una velada de cine, un concierto.
Siempre han sido cosas que hemos dado por sentado. ¿Y ahora? Hace casi un año que ya no hemos tenido la libertad de abrazar a alguien con quien no convivimos, especialmente a los sujetos más frágiles como los abuelos o las personas con patologías. La barra libre es un plus relegado a muy pocos momentos del día y para algunos del año.Los cines y teatros están cerrados desde marzo y recién ahora nos damos cuenta de lo preciosas que fueron las últimas veladas culturales o noches disco con amigos. .
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¡Viaja, mira el mundo, conoce!
Este año, dejar la propia región o incluso Italia ha sido prácticamente imposible para la mayoría de nosotros.
Pero si las vacunas llegan pronto (lo esperamos de todo corazón) y si todos respetamos las reglas, el próximo verano estaremos súper motivados para viajar, explorar y conocer nuevos lugares.
Por supuesto, lo ideal sería comenzar desde Italia: nuestra península es hermosa y hay miles de lugares para visitar de manera segura (también ayudando al turismo local, doblegado por la pandemia). Pero sirvamos de lección: cuando todo haya terminado, ¡no escatimemos más oportunidades para viajar!
Después de todo, ¡estamos de suerte!
Lamentablemente, no salimos ilesos de esta pandemia (¡ni mejor, como pensábamos!): Cada uno de nosotros ha perdido algo o peor aún, a alguien. Pero, si estamos sanos, tenemos un trabajo que paga el alquiler y unos amigos con los que compartir esos escasos momentos de sociabilidad, la verdad es que realmente tenemos mucha suerte. ¡Nunca lo olvidemos!
