El psicoanalista
En esta hoja, ilustramos las características, métodos terapéuticos e información práctica sobre la figura del psicoanalista.
Capacitación
El psicoanalista se forma en las teorías de Sigmund Freud, fundador del psicoanálisis, y sus sucesores. Tiene la misma formación que un psicoterapeuta:
- tiene un título en Psicología o Medicina y aprobó el examen estatal de psicología o medicina
- Asistió a una escuela de especialización reconocida por el estado, con una duración mínima de 4 años, lo que permite la inscripción en el registro de psicoterapeutas.
Además, el psicoanalista debe necesariamente someterse a un análisis personal, para resolver los conflictos inconscientes.
En comparación: la figura del psicoterapeuta
¿En qué casos debe acudir al psicoanalista?
¿Quieres trabajar en tu pasado o identificar las causas inconscientes de problemas, ansiedades o depresiones? Para ello se utiliza el psicoanálisis, que saca a relucir recuerdos, traumas o vivencias previas sedimentadas en el subconsciente a través de la escucha y el habla, que con el tiempo pueden provocar perturbaciones psicológicas de todo tipo.
Esta disciplina, que también contó con Carl G. Jung y Jacques Lacan entre sus estudiosos, te guía en la exploración de tu inconsciente, para descubrir las causas fundamentales de las neurosis y sufrimientos actuales. Es particularmente eficaz en el caso de problemas y angustias familiares.
Es bueno saber que el proceso de análisis es largo y, a menudo, difícil y doloroso y, por lo tanto, debe estar listo y tener muchas ganas de comenzar el viaje.
¿Qué métodos utiliza?
Es con el psicoanalista con quien uno se acuesta en el famoso sofá. La posición acostada promueve la relajación y el abandono. Pero esta posición, vergonzosa para algunos, no es sistemática: el psicoanalista puede proponer a veces proceder cara a cara.
El psicoanalista se sienta al lado o detrás del paciente, mientras que este último es invitado a expresar libremente sus pensamientos, emociones, recuerdos y otras fantasías.
Durante la sesión, el especialista poco interviene. Se limita a orientar al paciente en la exploración de su inconsciente, subrayando lo que le parece importante y, en ocasiones, haciéndole preguntas. El tratamiento dura varios años, con dos o tres sesiones semanales, hasta que ambos sujetos deciden de común acuerdo ponerle fin. Esta situación es sumamente vinculante, pero necesaria para el éxito del análisis. La transferencia, el sentimiento de afecto del paciente hacia su analista, también contribuye al éxito del camino. De hecho, el paciente puede desarrollar sentimientos de dependencia, que el psicoanalista puede utilizar y canalizar para el análisis: un paciente que desee complacer a un analista admirado o querido puede someterse al análisis con mayor compromiso, contribuyendo enormemente a su éxito.
Incluso la contratransferencia, el tratamiento y el afecto que el psicoanalista desarrolla hacia el paciente a su vez, puede servir para el éxito del proceso de análisis.
Para más información: la figura del psicólogo
Información práctica
El psicoanalista recibe en una consulta privada o dentro de un centro médico-psicológico. La duración de una sesión varía de 20 a 45 minutos, con precios que oscilan entre los 20 y los 120 euros. Generalmente, las tarifas se acuerdan entre el especialista y el paciente durante la primera sesión.
Saber: el paciente debe pagar todas las sesiones programadas, incluso las que se ha perdido.
