Incluso hoy puedes morir por tu ciclo menstrual.
Una joven nepalesa de tan solo 21 años murió a causa de su período. Esta trágica historia revela la crueldad de ciertos rituales y creencias que aún hoy dominan el cuerpo de la mujer. La tragedia ocurrió en una zona rural de Nepal, donde las temperaturas bajan muy rápidamente y a menudo se acercan a los cero grados en invierno. Incluso con lluvia, nieve y viento frío, las mujeres se ven obligadas a dormir al aire libre cuando tienen su período.
Consideradas impuras durante este período, muchas mujeres se ven obligadas a abandonar sus hogares de acuerdo con las antiguas tradiciones hindúes y refugiarse en cabañas o establos sucios e insalubres hasta el final de su ciclo menstrual. Mientras que las mujeres casadas suelen irse sólo unos días, otras permanecen en régimen de aislamiento durante una semana entera. En algunas zonas de Nepal, incluso las mujeres que acaban de dar a luz tienen que pasar hasta un mes en la choza construida fuera de la casa, conocida como "chhau goth". Durante la menstruación, las mujeres también deben seguir una dieta restrictiva y no se les permite acercarse a niños, hombres, íconos religiosos o incluso al ganado.
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Estos refugios, en su mayoría sin puertas y sin calefacción, son potencialmente fatales. Incapaz de soportar más el frío, la niña, fallecida el 8 de enero, trató de encender un fuego para mantenerse caliente y, lamentablemente, la encontraron muerta de asfixia.
Llamada "chhaupadi", esta práctica hindú, particularmente extendida en el este de Nepal pero también en partes de India y Bangladesh, ya ha costado la vida a muchas mujeres en los últimos años. En julio de 2017, una niña nepalí de 18 años murió. su "exilio menstrual" debido a la mordedura de una serpiente. Otras muertes se han atribuido a ataques de animales salvajes, pero la causa más común es la inhalación de humo.
En agosto pasado, el parlamento nepalí aprobó una ley que establece sanciones contra el ejercicio de este ritual, oficialmente prohibido desde 2005. Por ley, cualquier persona que aplique esta costumbre debe enfrentar una pena de prisión de tres meses y una multa de 30 dólares. Desafortunadamente, la mentalidad colectiva a menudo avanza más lentamente que la ley, por lo que el exilio menstrual aún está lejos de ser completamente erradicado. Afortunadamente, se han logrado avances: se ha persuadido a algunas familias para que permitan que las mujeres duerman en habitaciones aisladas dentro de la casa, o al menos para reducir el número de días que pasan al aire libre.
