Angioma del recién nacido: todo lo que necesita saber

Al nacer, la piel del bebé luce perfecta: rosada y suave. Pero a las pocas semanas de dar a luz, los padres pueden notar que aparece una mancha roja en la piel. Es probable que se trate de un hemangioma o angioma del recién nacido. No es peligroso ni doloroso y no causa molestias al bebé a menos que se encuentre en una zona especialmente sensible y delicada. En cualquier caso, ante el avistamiento de un angioma, mamá y papá deberán contactar con su pediatra de confianza quien podrá tranquilizarlos y asesorarlos de la mejor manera posible.


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Que son los angiomas

Todos los angiomas son anomalías vasculares que pueden afectar la piel, las mucosas o los órganos internos. También se les llama tumores vasculares. Esta definición no debería ser alarmante, de hecho, los angiomas no son absolutamente peligrosos, son formas tumorales benignas. En el 88% de los casos, los angiomas no requieren ningún tratamiento y, de hecho, después de las primeras veces retroceden espontáneamente hasta desaparecer antes de los 10 años del niño. En el 12% restante de los casos, sin embargo, requieren controles, terapias o tratamientos.

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Angioma y hemangioma: diferencias

El angioma congénito está presente en la piel del bebé desde que nace. Es plano, no sobresale y es permanente, es decir, no retrocede. Estos angiomas también se denominan marcas de nacimiento, según la creencia popular que las empareja con las marcas de nacimiento de la madre durante el embarazo. (fresa, de vino o cereza, por su particular color).

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Los hemangiomas (también llamados angiomas infantiles o del recién nacido) ocurren unas semanas después del nacimiento. Se pueden encontrar en el 3-10% de los niños, más en niñas que en niños. Sus dimensiones son variables, desde lesiones de pocos centímetros hasta hemangiomas muy extensos y evidentes. Se caracterizan por un crecimiento rápido que suele seguir a una involución espontánea. Sin embargo, las causas que las generan aún no se conocen del todo. Después de que se manifiesta, este tipo de angioma comienza a desarrollar pequeñas inflamaciones. Después de unos años de vida retrocede, primero perdiendo el típico color rojo y luego desapareciendo por completo. El cuero puede volver a perfeccionarse o puede quedar cubierto por una pequeña pátina suave.

A su vez, los hemangiomas infantiles se dividen en tres tipos invadidos en su grado de profundidad. Por tanto, podríamos tener un angioma superficial, elevado o plano. Es el más común y tiene un color rojo típico. O un angioma subcutáneo profundo que adquiere un color azul púrpura o finalmente un angioma mixto que tiene partes más superficiales y partes más profundas.

Un tipo común de angioma es la picadura de cigüeña, un pequeño parche ubicado detrás del cuello que resulta de una malformación capilar. Se llama así por la leyenda que dice que la cigüeña trae a los niños a la Tierra sosteniéndolos con el pico en ese punto. Este tipo de angioma está cubierto por el cabello y el cuero cabelludo y no requiere tratamiento.

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Las cuatro etapas de un angioma del recién nacido.


Fase 1: En la piel del recién nacido aparece una zona más clara, algo en su interior es posible ver una mancha de color rojo brillante.
Etapa 2: el parche crece gradualmente, a veces muy rápidamente. El angioma aumenta de volumen y su color se vuelve cada vez más intenso y brillante.
Fase 3: Después de unos meses de crecimiento intenso, el angioma se estabiliza y permanece sin cambios incluso durante algunos años.
Fase 4: El angioma comienza a retroceder espontáneamente, perdiendo volumen gradualmente hasta desaparecer y cambiando de color hasta volverse casi imperceptible.

Angioma en adultos

Los angiomas también se pueden encontrar en adultos. En este caso concreto hablamos de angiomas rubí, pequeñas protuberancias puntiformes que también pueden aumentar de volumen.

Qué hacer en caso de angioma

Como hemos dicho, el angioma no es peligroso y no requiere tratamientos especiales, pero contactar con un pediatra también es fundamental porque cada caso debe ser evaluado individualmente.
Es importante evaluar el área donde se ubica el angioma del recién nacido. Algunos de ellos, por ejemplo los de la zona sacra, la zona genital y la cara requieren controles periódicos.
Los angiomas a tener en cuenta también son numerosos, pequeños y cercanos porque podrían estar asociados con malformaciones subyacentes.

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El diagnóstico de angioma

Para realizar un diagnóstico completo se necesita la consulta de un especialista, un dermatólogo, quien además de un análisis visual debe realizar algunas pruebas específicas como ecocolordoppler, resonancia magnética, imprescindibles para entender si el angioma afecta también a los órganos subyacentes y finalmente la biopsia. para excluir otras complicaciones.

Los casos en los que intervenir

Los angiomas suelen desaparecer por sí solos pero hay casos en los que es necesario intervenir con una terapia o una intervención. Es entonces cuando el angioma del recién nacido ocupa una posición particular: se encuentra en una zona delicada, en un punto donde fácilmente puede ulcerarse y sangrar, desgarrarse o infectarse.
Otro caso que requiere una intervención rápida es el de un angioma que afecta el párpado o la zona periocular y que podría crecer, provocar daños en la visión del niño, entrecerrar los ojos y desfigurar el rostro. Es recomendable intervenir extirpando incluso aquellos angiomas que pudieran crecer internamente, comprometiendo el funcionamiento de un órgano interno como el hígado o los pulmones.
En el caso de un angioma plano grande, ubicado en áreas visibles, es bueno intervenir antes de ingresar a la escuela primaria para no causar daño psicológico a los niños, comprometiendo sus posibilidades de socializar con sus compañeros.

Un método eficaz para borrar hemangiomas planos y angiomas es el láser de tinte. Este tratamiento requiere que se realicen varias sesiones con un mes de diferencia, evitando los meses más calurosos del año: una onda láser luminosa incide en el pigmento rojo violáceo de los capilares y desvanece su color hasta desaparecer. Este tipo de tratamiento es un poco doloroso y se realiza con sedación profunda en el caso de niños pequeños.

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