Dieta baja en lípidos: que es y cuales son sus beneficios

Hoy en día somos cada vez más conscientes de lo importante que es la nutrición, los alimentos que consumimos a diario nos aportan la energía necesaria para afrontar las diversas actividades cotidianas, sostienen nuestro cuerpo y mente y son parte fundamental de nuestro estado de salud. una "dieta incorrecta puede conducir a numerosas dolencias físicas que pueden resolverse integrando una nueva dieta, con alimentos seleccionados para recuperar el bienestar adecuado y volver a estar en forma". Una dieta útil en este sentido es la dieta baja en grasas.

¿Qué es la dieta baja en grasas?

Como puede adivinar por el nombre mismo, la dieta baja en grasas es una dieta baja en grasas. Para cada comida, la proporción de grasa debe mantenerse siempre a un nivel inferior al 25%. Sin embargo, antes de comenzar, es bueno saber que no todas las grasas son iguales. De hecho, los hay de diferentes tipos y algunos son útiles para nuestra salud porque son capaces de aportarnos energía gracias a sus valores nutricionales. Por tanto, distinguimos:

  • Grasas poliinsaturadas: por ejemplo, Omega 3 y Omega 6. Estas grasas son esenciales para nuestro sustento y, a menudo, se encuentran en pescados como el salmón y la caballa, en algas y semillas oleaginosas.
  • Grasas insaturadas: como el aceite de oliva virgen extra. Estos lípidos también son buenos para el cuerpo y nunca deben eliminarse por completo de la dieta.
  • Grasas saturadas: son los lípidos contenidos, por ejemplo, en embutidos, carnes grasas, quesos y otros productos lácteos o en los envasados ​​originalmente, y en las margarinas, son las grasas más nocivas para la salud.

Por tanto, dentro de una dieta baja en grasas no se deben eliminar todas las grasas, pero los expertos recomiendan prohibir las saturadas de tu mesa y mantener bajo control la cantidad de poliinsaturadas y saturadas consumidas.

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Los tipos de dieta baja en grasas

Dependiendo de las necesidades, existen tres tipos de dieta baja en grasas, cuya principal diferencia radica en la cantidad de grasa permitida en cada comida.

  • Tradicional: el contenido de grasa ronda el 25-30%. Puede considerarse como una dieta estándar baja en grasas equivalente a la dieta mediterránea, donde las vitaminas, los carbohidratos, las fibras y las proteínas predominan sobre las grasas.
  • Hipolipídico moderado: la cantidad de lípidos está entre el 20 y el 25%. En este caso, se reducen las grasas de origen animal y se eliminan casi por completo las saturadas.
  • Hipolipídico Estrecho: el nivel de grasas está por debajo del 20%, con una reducción neta de lípidos de cualquier origen, tanto animal como vegetal. Sin embargo, los carbohidratos se incrementan con un contenido de 60-65% por comida.

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Quien necesita esta dieta

Salvo que sea la tradicional, similar como hemos visto a la dieta mediterránea, la dieta hipolidípica debe ser prescrita por un profesional, ya sea nutricionista o dietista. De hecho, esta dieta fue creada para el tratamiento de determinadas patologías y dolencias físicas perjudiciales para la salud. A continuación, le indicamos a quién puede ayudar:

  • Aquellos que sufren de colesterol alto;
  • Quién tiene triglicéridos altos;
  • En caso de diabetes tipo II;
  • Quien sufre de hipetensión;
  • En situaciones de cálculos en la vesícula biliar.

La dieta baja en grasas es sin duda una dieta que promueve la pérdida de peso, especialmente si se combina con una actividad física adecuada. Sin embargo, es un error creer que es saludable eliminar completamente los lípidos porque dentro de una dieta equilibrada de adelgazamiento su nivel siempre debe rondar el 25% de las calorías diarias.

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Alimentos si

Entrando en detalles, veamos los alimentos permitidos en una dieta baja en grasas:

  • Carne: se prefiere la magra, como pollo, pavo, conejo o las partes sin grasa de la ternera, a la plancha, al vapor o al horno, sin exagerar los condimentos. Dependiendo de su salud, también se le permite consumir carne roja, de res o de caballo una vez a la semana.
  • Pescado: aquí también se prefieren las variedades magras. Es recomendable incrementar el consumo de pescados grasos, como la merluza, el besugo, el pargo y el bacalao. El salmón, la caballa y la sardina, ricos en Omega 3, se pueden consumir siempre que no estén preenvasados ​​ni ahumados y, en todo caso, en cantidades limitadas en comparación con otras especies de pescado.
  • Huevos: se recomienda 1-2 huevos por semana.
  • Cereales: mejor si son enteros. La cebada, espelta, quinua, mijo, kamut y avena deben consumirse diariamente en forma de pan, pasta o arroz porque son digeribles y muy nutritivos.
  • Legumbres: frijoles, guisantes, lentejas, habas o cualquier otro tipo de legumbre es bueno para una dieta baja en grasas.
  • Frutas y verduras: se recomienda consumir 2-4 cursos de frutas y verduras al día, porque son ricas en vitaminas y muy saludables para el organismo.
  • Productos lácteos magros: Los productos lácteos se pueden comer ya que son una "fuente importante de calcio, pero siempre que sean magros. Así que sí a los quesos y yogures bajos en grasa y la leche desnatada, aunque con moderación.
  • Condimentos: el único permitido de forma controlada es el aceite de oliva virgen extra, así como las especias y hierbas aromáticas.

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Los alimentos no

Pasemos a los alimentos "prohibidos" en una dieta baja en grasas:

  • Carnes grasas: embutidos como salchichas, salchichas y carnes grasas, conservas de carnes y despojos.
  • Pescado graso: es mejor evitar los crustáceos, moluscos, carpas y anguilas porque son ricos en colesterol. Como ya hemos mencionado, el salmón, la caballa y las sardinas deben consumirse, sin embargo, con moderación.
  • Productos industriales y envasados ​​originalmente: sin dulces, pasteles, pan para sándwich, galletas saladas y similares.
  • Postres también artesanales.
  • Productos lácteos grasos: como gorgonzola, mascarpone, taleggio y leche entera y yogur.
  • Salsas y aderezos grasos: desde bechamel hasta mayonesa y todas las demás salsas industriales.
  • Bebidas alcohólicas e industriales.

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El menú

Por último, aquí tienes el ejemplo de un menú diario dentro de la dieta baja en grasas:

Desayuno: una taza de leche desnatada o té sin azúcar; 3 bizcochos integrales con mermelada sin azúcar o 150 gramos de copos de cereales.
Merienda: tortas de frutas o arroz o yogur desnatado.
Almuerzo: 80 gramos de pasta o arroz ligeramente condimentado, por ejemplo con tomates, legumbres frescas o verduras. Más 80 gramos de pavo o pollo.
Merienda: fruta o yogur desnatado (según lo que hayas elegido por la mañana).
Cena: pescado, si es magro 80/90 gramos, de lo contrario 70 gramos; verduras al gusto, 2/3 rebanadas de pan integral.

+ Mostrar fuentes - Ocultar fuentes Para obtener más información sobre la dieta de los hipólidos, consulte el sitio web de la dietista Laura Ferrero.
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