¿Qué son los celos infantiles en los niños y cómo lidiar con ellos?

Suele ocurrir que cuando llega un nuevo hermano / hermana, el pequeño de la casa se oscurece. Estos son los típicos celos infantiles que desencadenan sentimientos fuertes y nuevas inseguridades en los niños. Tu tarea como padre es prepararlo para enfrentar estos sentimientos y hazle entender que siempre estarás ahí para él. Empiece por reservar tiempo solo para ustedes dos: el momento del juego es muy importante para un niño, mire el video para entender cómo.

Que son los celos infantiles y como se reconocen

Sentir celos de un niño es perfectamente normal, especialmente cuando se da cuenta de que ya no es el centro del universo para sus padres, lo que suele suceder cuando descubre que un segundo hijo está en camino dentro del contexto familiar.

Todo niño quiere ser amado por mamá y papá más que por sus hermanos, pero hay casos en los que estos celos conducen a algo descontrolado. ¿Podría suceder que los sentimientos de rivalidad, en lugar de desaparecer con el tiempo, tiendan a empeorar? Hoy intentamos dar una explicación a todos estos comportamientos típicos de la infancia, dejándote también algunos consejos útiles sobre cómo afrontar situaciones de crisis.

Los celos infantiles pueden ocurrir a diferentes edades y generalmente están relacionados con la sensación de frustración que se siente hacia los padres. O más bien, ocurre cuando el niño percibe un cambio en la atención que le brindan mamá o papá, y muy a menudo esto sucede cuando un bebé está en camino.
Es bueno poder distinguir los celos fisiológicos de los patológicos: el primero aparece cuando ocurren eventos específicos en la vida familiar (un nuevo nacimiento o una enfermedad familiar) y está motivado por este cambio dentro de la dinámica familiar; los celos sin razón, por otro Por otra parte, no aparece cuando hay causas particulares. También se reconoce porque en lugar de retroceder tiende a agravarse y el resentimiento progresa con el tiempo, llegando incluso a romper actitudes hacia los seres queridos. En este caso la única forma de manejar al niño es buscar consejo médico.

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¿Cómo prevenir los celos en un niño?

Para tratar de contener los sentimientos de envidia y enfado que surgen en el niño, puede poner en práctica algunas prácticas de prevención. Tanto por el bienestar de los niños como por el bienestar de toda la familia, es recomendable preparar a los niños para la llegada del hermanito o hermanita, esto es conversar, discutir y sobre todo no olvidar llevar el primogénito en tus brazos durante el embarazo; si realmente no puedes darle más abrazos, ¡son un momento importante en la relación madre-hijo!

Los celos nacen de la convicción de no ser amados y este es el gran obstáculo que los padres tienen que afrontar: hacer entender al pequeño de la casa que siempre estarán a su lado y siempre lo amarán. Debemos guiarlo para que descubra sus emociones y cómo es posible manejarlas. Gracias a este apoyo, el pequeño aprenderá a crecer y madurar y podrá afrontar con mayor facilidad las relaciones futuras.
Un niño que vive la experiencia de un hermano pequeño de manera positiva tiene más confianza en sí mismo y se siente cómodo enfrentando sus sentimientos de frente. Conserva siempre la singularidad de tus hijos, ellos se sentirán más apreciados. También puedes organizar una división de tareas que potencie las cualidades de cada uno y nunca olvides alabar los éxitos alcanzados por cada niño: así fortaleces la autoestima y minimizas el envidia entre hermanos.

Evidentemente, estos consejos se aplican en situaciones en las que surgen los celos infantiles normales; en los casos en los que exista un trastorno clínico y el sufrimiento experimentado por el niño no sea imputable a eventos particulares, es recomendable acudir a un médico especializado.

Analicemos ahora los tipos más comunes de celos infantiles.

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Celos de los niños hacia los hermanos.

Este es un sentimiento muy extendido en la edad del desarrollo y muy a menudo es el primogénito quien lo siente con toda su fuerza, hacia los hermanos menores. Generalmente es el resultado de factores externos, ambientales o evolutivos, pero también puede haber algunas causas genéticas.

Los celos entre hermanos se manifiestan cuando uno de los hijos es el "privilegiado" de la familia, es decir, el que tiene la mayor parte de la atención de los padres. El rango de edad entre 2 y 5 años es el momento más crítico para el nacimiento de un nuevo miembro de la familia porque es la fase de apego, y por lo tanto muy delicado de manejar. Si el segundo hijo llega a poca distancia del otro (dentro de 3 años), todas las necesidades de cuidados que ambos niños requieren se superponen.
¿Cómo reconocer que el niño está celoso de su hermano? Por lo general, esta sensación de malestar se expresa de varias maneras: cambios de humor injustificados, signos de infelicidad (llorar sin motivo), regresión y cambios bruscos de comportamiento (un clásico es mojar la cama incluso si el niño tiene la edad suficiente) y también la no aceptación de Los propios errores a expensas de los demás. El niño también puede comportarse de forma agresiva y no estar dispuesto a obedecer. En particular, las manifestaciones de ira se dirigen hacia los más pequeños y no es raro escuchar frases punzantes dirigidas al recién nacido.

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Celos de mamá o papá

A un niño le gustaría tener a su madre para él solo, pero la realidad es muy diferente. Especialmente en el caso de hijos únicos, ocurre que el niño siente celos hacia el progenitor al que está más apegado, normalmente la madre.
Esta actitud surge debido al complejo de Edipo (para niños) o Electra (para niñas), ambos analizados por Freud en sus estudios de psicología evolutiva.
Es un celo muy identificable porque tiene unas características específicas: se manifiesta alrededor del quinto o sexto año de edad y es una forma de amor inconsciente. El sentimiento se dirige al progenitor del sexo opuesto, mientras se producen manifestaciones hostiles y competitivas contra el otro.

No te preocupes, si has notado que tu hijo se expresa con estos comportamientos, ¡todo es normal! Es una fase por la que pasan los niños para desarrollar su madurez emocional y se resuelve de manera espontánea cuando el niño toma conciencia de que no podrá ocupar el lugar del progenitor con su mismo sexo en la familia, pero que sí lo hará. Tengo que esperar a crecer para encontrar uno o más compañeros de vida.

Para sobrevivir a estas fases es importante que la relación entre mamá y papá sea sólida y serena en la base, porque de lo contrario el niño podría captar las señales de tensión entre adultos como un motivo más para estar celoso del progenitor del sexo opuesto.

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Cómo manejar los celos infantiles: escucha y tranquiliza

Dado que los celos infantiles dependen no solo de los niños sino también de los padres, es importante tener conversaciones de corazón abierto con sus hijos. Si hay peleas en la familia, incluso pequeñas, el clima puede volverse desagradable y se puede sentir la tensión. No es infrecuente que los padres se pongan nerviosos ante las clásicas burlas entre hermanos, porque no comprenden los motivos. En cambio, al identificar de inmediato que un bebé está celoso del recién nacido, se pueden implementar algunas estrategias para ayudarlo a comprender que no hay razón para sentir ese sentimiento de envidia y competencia.

En primer lugar, por tanto, es necesario comprender el origen de los celos: como padre conoces bien a tu pequeño y el entorno en el que vive. Una vez que haya identificado la fuente del sentimiento, puede actuar en consecuencia.
Dale voz siempre a sus emociones, intenta entablar un diálogo para que puedas explicarle lo que está sintiendo, escúchalo y ponte en su lugar; esto no significa justificar todas sus bromas o acciones agresivas, sino simplemente no bloquear sus emociones.

Trate de no juzgar su comportamiento y, al mismo tiempo, minimice las actitudes destinadas a llamar su atención, como el llanto excesivo y las rabietas. Puedes intentar contenerlos con reglas que por un lado calmen los sentimientos negativos y por otro potencian las conductas positivas; cuando el niño logre respetar los límites, recompensarlo con palabras dulces y mucho cariño, poco a poco aprenderá a sí mismo. -Administrar. Alternativamente pruebe con trabajos temáticos o con el frasco de Montessori calm.

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Estas reglas deben respetarse claramente, y si involucran a otros actores de la familia, todos deben seguirlas. No hay necesidad de castigos ni métodos demasiado rígidos. Si somos los primeros en dirigirnos a los niños con una actitud agresiva, ¡tenderán a imitarnos!

Otra forma de manejar los celos entre hermanos en la familia es enfatizar los privilegios de uno y otro, quizás exaltando los aspectos positivos de ser el hijo mayor o el menor.
La actitud que siempre se debe promover es tranquila y tranquilizadora: el amor que se siente por los hijos es incondicional y no debe haber comparaciones entre un hermano y el otro, para no socavar sus inseguridades. Aunque tu hijo te parezca a estas alturas . "genial", en realidad está en pleno desarrollo y tiene una necesidad constante de sentirse apoyado por quienes lo trajeron al mundo.

Trabajar sobre los celos infantiles puede resultar agotador, pero es importante hacerlo porque es una fuente de sufrimiento que, si no se trata de raíz, podría afectar las futuras relaciones interpersonales del niño.

Lidiando con los celos infantiles: últimos consejos prácticos

  • Brinde a los niños la oportunidad de aprender de sus errores resolviendo los conflictos por su cuenta; si llegan a los golpes, obviamente hay que intervenir, lo que ocurre con frecuencia si los hermanos no tienen una gran diferencia de edad;
  • Las reglas que establezcas deben ser claras y sencillas, para que hasta los más pequeños entiendan cuando traspasan cierto umbral;
  • No se ponga del lado de nadie cuando se dé cuenta de quién inició la pelea; es mejor reiterar que una determinada acción está mal, como, por ejemplo, que uno no se golpee en la familia;
  • En los casos en que los niños no puedan hacer las paces por sí mismos, sepárelos brevemente, aunque solo sea por 5 minutos.

Celos infantiles: da espacio para hacer las paces por tu cuenta.