En el avión con niños: consejos para que viajar sea más cómodo y divertido

1. La reserva del vuelo

Consideramos que ya en el momento de realizar la reserva es necesario dar cuenta de que estamos viajando con un niño. En primer lugar, la edad mínima para viajar en avión varía según la empresa, por lo que es importante estar bien informado. En cualquier caso, especialmente si tienes un bebé de pocos días, consulta con tu pediatra antes de reservar.

Una vez que esté seguro de que puede volar, es muy importante informarse con anticipación sobre el tipo de documento requerido para el viaje. El documento de identidad es suficiente, pero es fundamental, cuando se viaja en avión dentro de las fronteras nacionales, mientras que si se va al extranjero también se necesita un pase para menores de 15 años o un pasaporte cuando se viaja fuera de la UE. Te recordamos que los menores que salen del país sin sus padres también deben ir acompañados de una declaración de acompañamiento.

¿Estamos listos para reservar? En este punto, sí. Entonces, tomemos en cuenta el hecho de que en términos de edad, las aerolíneas distinguen a los pasajeros usando tres categorías: bebés, niños y adultos. Los bebés y los niños pueden pagar una tarifa con descuento. En particular, los bebés (menores de dos años) podrán viajar gratis, ya que tienen dos posibilidades: viajar en brazos de mamá o papá, y en este caso irán atados con su cinturón al de sus acompañantes, o ocupar su propio asiento utilizando un asiento especial proporcionado por la aerolínea. Esta última opción definitivamente se recomienda para viajes largos. Los niños mayores de dos años, en cambio, viajan en su lugar.

Madres, si pueden elegir un vuelo con horarios que sean cómodos para su hijo y no estropeen demasiado su rutina. Y reserva siempre los asientos, para no correr el riesgo de que te separen de tus hijos una vez en la cabina.

2. El equipaje de los más pequeños

Los niños a partir de los 2 años, que ocupen su propio asiento, suelen tener derecho al mismo equipaje que un adulto. Los menores de 2 años, cuando viajan en el regazo de sus padres, pueden llevar una bolsa en el avión en la que podemos guardar el cambio y también lo necesario para la comida del bebé. En este sentido, recordemos las restricciones sobre líquidos y preguntemos antes de la salida si la empresa permite excepciones para nuestras necesidades.

En cuanto a los cochecitos, se pueden llevar hasta la escalera de la aeronave, o hasta la puerta de la misma en caso de engancharse la aeronave al dedo. Recuerda vestir a los niños en capas, en el avión la temperatura puede ser bastante fría o muy caliente, dependiendo de la fase de vuelo. Para los niños más pequeños también puede ser útil traer una manta, aunque si la necesita, lo más probable es que los asistentes de vuelo puedan ayudarlo con esto.

3. ¡Sin correr!

En compañía de nuestros hijos, no es recomendable gestionar llegar al aeropuerto con el mismo nivel de ansiedad que muchos de nosotros experimentamos cuando viajamos por trabajo. Cálculos a la décima de segundo, carreras locas, oraciones para saltarse la fila en los controles cuando el vuelo ya ha sido llamado, teléfono en mano y computadora en la otra. Tómate tu tiempo, llega un poco temprano y tómate el tiempo para concentrarte en los más pequeños y construir un momento mágico en torno a la experiencia de volar. No olvide detenerse en el baño antes de abordar, los servicios del avión pueden no ser atractivos para los niños. Y olvidemos la manía de ser los primeros en subir y bajar. Embarcando y desembarcando al final evitaremos pasar tiempo parados esperando a los más pequeños.

4. Cómo pasar el tiempo

En el avión podrás entretener a tus hijos personalmente, más que en el coche.
Dependiendo de su edad, puedes traer sus juguetes, tarjetas, juegos de mesa portátiles, un libro para leer, una tableta o una computadora para ver una caricatura con ellos (¡no te olvides de los auriculares!) O un álbum con colores para ellos. dibujar. Puede comprar pequeños bocadillos después del control de seguridad y ofrecérselos a los niños a bordo. Es muy importante disponer de caramelos, si son de la edad adecuada, o biberón y chupete, para evitar molestias en los oídos durante el despegue y aterrizaje. Considere hacer que se sienten en el asiento de la ventana para admirar la vista, o en el asiento del pasillo para estirar las piernas, dependiendo de su temperamento. Por último, no subestimes la posibilidad de que puedan tomar una siesta: traigamos una almohada de viaje para que se sientan más cómodos. Mientras tanto, ¡que alguna vez podamos crear nuestro propio espacio para ver una película en paz!

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