Segundo hijo: ¿cómo cambia la vida familiar?

en colaboración con Silvia Felis, psicóloga milanesa que se ocupa del apoyo a las relaciones individuales, parentales y familiareslos

  1. · 1. Hable clara y honestamente con su hijo
  2. · 2. Ayúdelo a verbalizar las emociones que siente
  3. · 3. No lo excluya de las reuniones con su hermano pequeño
  4. · 4. Evite hacer cambios importantes coincidiendo con la llegada del hermano pequeño
  5. · 5. Preste la debida atención a todas las etapas cruciales en la vida del primogénito
  6. · 6. Evite hacer comparaciones entre el recién llegado y el primogénito
  7. · 7. Respeta al máximo la rutina del primogénito, sin introducir trastornos excesivos

Con la llegada del segundo hijo, los cambios y las preguntas que abarrotan el pensamiento de los padres son muchos: en realidad es un acontecimiento maravilloso que, sin embargo, trae consigo pequeñas revoluciones, no sin consecuencias sobre la vida familiar y sus ritmos. las madres, por ejemplo, se preguntan si sentirán las mismas emociones y alegrías que experimentaron con el primero o cómo manejarán los mayores compromisos. El primogénito puede experimentar sentimientos negativos y celos debido a la menor atención recibida con el nacimiento de la segunda llegada Regresiones También son frecuentes, como chuparse el dedo o enuresis, herramientas que utiliza el niño para llamar la atención de los padres sobre sí mismo.

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Los celos de los niños que antes eran los únicos en el centro del amor paterno son saludables, pero el niño tendrá que adquirir con el tiempo la conciencia de su propia identidad autónoma, esto le permitirá verse a sí mismo como un individuo separado y permitirá crecimiento cognitivo así como emocional Tener un lugar en la familia y una relación exclusiva con los padres ayuda al niño a estructurar su identidad La llegada de un nuevo hermano podría sacudir esta identidad que aún está en gestación. Dentro de una relación segura con su cuidador, el niño se sentirá capaz de explorar el entorno y experimentar, y también adquirirá las herramientas para posteriormente adquirir relaciones con sus compañeros.

Hemos decidido brindarte algunos consejos útiles para que puedas manejar mejor la relación del hijo mayor con el recién llegado en este importante y delicado momento de transición.

1. Hable clara y honestamente con su hijo

En caso de que tu hijo ya sea bastante mayor, es bueno informarle de lo que pasará una vez que nazca el hermanito (la madre se marchará, él irá al hospital, él y el padre la visitarán y todos Vete a casa con el pequeño). Es necesario explicar a los más pequeños algunos pasajes que, demasiado ocupados con los compromisos de la vida cotidiana, podemos descuidar o dar por sentados; de lo contrario, sin una explicación real, podrían sentirse ya no queridos por sus padres, apartados o podrían dar una "interpretación alternativa que también les resulta dolorosa. Por eso es importante hacerles participar de lo que está sucediendo, tranquilizándolos sobre los nuevos cambios en curso y hacerles comprender la importancia de su papel en esta nueva etapa.

Con los más pequeños, en cambio, es más útil utilizar un dibujo para hacerles entender lo que va a pasar. Las imágenes, ya sabes, tienen un fuerte poder sobre los niños: también puedes explicar lo que se ha hecho con un tono dulce y comprensivo, para tranquilizar y hacer que todo sea lo más normal posible.

2. Ayúdelo a verbalizar las emociones que siente

Los niños tienen menos herramientas para poder captar y manejar los estados emocionales internos, por lo que podrían provocar estallidos incontrolados de ira o agresión. Siempre es mejor expresar una emoción que reprimirla. No tengas miedo de comunicarte con el segundo hijo, explícale que la madre cuidará al hermanito porque llorará y necesitará cuidados, como todo recién nacido. bebés, al mismo tiempo trate de decirle explícitamente que el cariño por él no cambiará y que todavía habrá momentos todos para él, junto con nuevos hábitos compartidos.

En el caso de los niños más pequeños, los comportamientos no verbales y directos son mucho más comprensibles. En estos casos, es bueno tener a tu lado al segundo hijo mientras cuidas al feto, darle una caricia y dedicarle tiempo cuando el feto duerme: todos son sustitutos válidos de un tranquilizador verbal más complejo.

3. No lo excluya de las reuniones con su hermano pequeño.

Desde el principio, permitirle sostener a su hermano pequeño en sus brazos con la ayuda de un adulto si le apetece o dejarle notar cuando le sonríe; esto le permitirá vivir su relación con él de manera positiva, sentirse correspondido. y agradecerle.

No lo fuerces si por el contrario lo evita, mejor darle un tiempo para que experimente la nueva presencia de su hermano pequeño por pasajes graduales.

4. Evite hacer cambios importantes coincidiendo con la llegada de su hermano pequeño

Trate de evitar que las grandes transformaciones en la vida del primogénito coincidan con la llegada del segundo hijo: si es posible, anticípelas, en particular en lo que se refiere al cambio de habitación, la entrada al nuevo colegio, etc.
Evita cambiar la rutina de forma brusca, es mejor preparar al niño para una reorganización progresiva de hábitos que no sea demasiado brusca y le permita acostumbrarse a ella de forma más suave.

5. Preste la debida atención a todas las etapas cruciales en la vida del primogénito.

Recuerde evitar hacerlo demasiado responsable. No lo haga más adulto antes de tiempo, pensando que es el niño "mayor": cada etapa del desarrollo psicofísico del niño es crucial y trae consigo diferentes tareas de desarrollo relacionadas con la edad. Por lo tanto, es positivo promover un sentido de competencia. sin forzar su autonomía.

6. Evite hacer comparaciones entre el recién llegado y el primogénito.

Cada niño es único y diferente y tiene diferentes hábitos en cuanto a necesidades fisiológicas y aspectos asociados al temperamento. Aunque ahora se sienta más preparado que la primera vez en el manejo de los niños, no olvide que existen diferencias individuales que caracterizan al feto desde temprana edad.

7. Respete al máximo la rutina del primogénito, sin introducir trastornos excesivos

Esto le permitirá dar continuidad a la experiencia y sentirse tranquilo, si los cambios son necesarios, siempre es mejor hacerlos primero explícitos e introducirlos gradualmente, dando la certeza de que habrá un adulto a su lado cuando los necesite.

¿Y la reorganización del sistema familiar?

  • Ocupar tu propio espacio es fundamental y no debes sentirte culpable, una madre satisfecha es capaz de cuidar mejor a sus hijos. Eres una madre válida incluso si pides ayuda a familiares, amigos o niñeras, incluso si estás de baja por paternidad. Es importante poder vivir el tiempo que pasan alejados de sus hijos de manera serena porque, aunque sean muy pequeños, son capaces de conectarse con los estados internos de la madre al percibir estados emocionales positivos o negativos a través del contacto visual, facial. Expresiones y no verbales. Un estado emocional positivo permitirá que el niño se sienta más seguro en el vínculo con la madre y durante la separación y el acercamiento con ella.

  • Tómate un tiempo a solas donde puedas estar con tu pareja: es cierto que tienes dos hijos y los compromisos y necesidades en la familia aumentan. No olvides el pilar sobre el que se funda toda la familia: la relación conyugal, tener padres felices y serenos hará que tus hijos lo sean más también.

  • Explique los límites claros dentro del sistema familiar: a menudo sucede que la familia de origen intenta reemplazar a un padre que está ausente porque está en el trabajo o no puede estar presente en un período determinado. Si bien la ayuda de los familiares es preciosa y útil, lo importante es no perder de vista la necesidad de reservar un espacio físico y mental para las necesidades de la familia.

  • Compartir: unirse a una red de personas que se encuentran en la misma etapa de la vida puede ser una fuente válida de apoyo social, así como una buena oportunidad de intercambio.

  • No seas demasiado perfeccionista: sé más indulgente contigo mismo, tendrás que hacer frente a más necesidades y habrá un período de adaptación. No se sorprenda si lleva tiempo redefinir las prioridades y encontrar nuevas formas de experimentarse a sí mismo en la vida cotidiana.