El frasco de la calma de Maria Montessori: cómo construirlo en casa

Desafortunadamente, ¡la fórmula mágica para apaciguar los momentos de frustración de los niños aún no existe! Sin embargo, una herramienta rápida y fácil de hacer puede venir en su ayuda. Inventado por Maria Montessori, sirve para canalizar los sentimientos de estrés e ira que luchamos por entender en nuestros hijos.
Consulados, no eres el único: Nanny Simona te da algunos consejos en este video sobre cómo manejar los sentimientos de culpa como padre.

¿Para que sirve el frasco de la calma Montessori?

El frasco de calma o calmante de Maria Montessori es una herramienta pedagógica especial que está inspirada en el método Montessori y requiere que el niño se calme de forma independiente después de un episodio de pelea o lágrimas. En la base de todo el método Montessori está el principio de que los más pequeños deben ser ayudados a hacerlo por sí mismos, por eso es muy importante incluso un pequeño frasco: acompaña al niño a recuperar el autocontrol y a adquirir una mayor autonomía. estima.

El frasco, que en realidad también puede ser una simple botella de plástico, ayudaría a los niños a recuperar la serenidad y a poder entablar un diálogo con sus padres. Por otro lado, esto es muy difícil de lograr cuando los niños están expresando sus emociones por completo.

Por lo tanto, este frasco mágico es especialmente adecuado para niños de 2 años en adelante, la etapa de los famosos dos terribles, donde el pequeño comienza a descubrir sus emociones, incluida la ira y la frustración.
Puedes utilizar este método casero todas aquellas ocasiones en las que el niño parezca ansioso, estresado o enojado, y necesite unos momentos para recuperar la tranquilidad y manejar los sentimientos lo mejor que pueda, dependiendo de su capacidad.

Veamos cómo funciona en conjunto, ¡te sorprenderá por su sencillez!

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Cómo funciona el frasco mágico de la calma

La botella de destilación tiene un funcionamiento muy sencillo, pero es muy eficaz y sobre todo se puede construir en casa con pocos elementos.

El poder del frasco deriva de su contenido: purpurina de colores dentro de un líquido igualmente alegre e iridiscente, basta con agitarlo para que el contenido fluya de abajo hacia arriba, fascinando al niño y devolviéndolo al momento presente. El efecto creado es verdaderamente mágico y relajante.
En estos momentos puedes estar cerca de tu bebé y observar su reacción. Alternativamente, también puede enseñarle a contar o respirar profundamente para maximizar el efecto del frasco.

Esta herramienta también es un excelente apoyo para aumentar la capacidad de concentración y, por lo tanto, para ser utilizada incluso antes de comenzar los deberes.

Una vez que el frasco de la calma haya surtido efecto, intente iniciar un diálogo: el niño, sintiéndose tranquilizado a estas alturas, estará más predispuesto a abrirse a usted y a explicar mejor la verdadera razón de su tristeza o enfado.
Use la botella de la calma incluso cuando dos o más niños estén discutiendo entre sí, les ayudará a hacer las paces.

Como ya habrás adivinado, el frasco calmante se puede usar en diferentes momentos del día, lo importante es no usarlo como castigo o chantaje.

Maria Montessori había notado que durante los arrebatos de los niños, los latidos del corazón se aceleraban y la respiración se aceleraba: al hacer esta sencilla herramienta, te pones a trabajar en el autocontrol de las emociones.

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Cómo hacer que el frasco de la calma hágalo usted mismo

Materiales

  • 1 frasco de vidrio con tapa (o un bote de plástico / vidrio)
  • 1 o 2 cucharadas de pegamento con brillantina
  • 3 o 4 cucharaditas de purpurina
  • 1 gota de colorante alimentario
  • Agua tibia (o 1/2 cucharada de champú transparente, sin usar pegamento con brillantina)

Método

  • Vierta el agua caliente casi hasta el borde del frasco (debe dejar un pequeño espacio en la parte superior para permitir que el líquido se mueva cuando se agita) y mezcle con el pegamento brillante. La cantidad de agua a utilizar variará según la capacidad de la jarra.
    Si opta por un recipiente de plástico, tenga siempre cuidado de no utilizar agua demasiado hirviendo, para no deformarla.
  • Mezclar todo bien, para que la brillantina se disperse en el agua.
    Brillo y pegamento de este tipo se pueden conseguir fácilmente en las tiendas de artículos de papelería o de mejoras para el hogar.
  • Agregue brillo al contenido y mezcle nuevamente.
  • Combine 1 gota de colorante para alimentos en el frasco que puede comprar fácilmente en el supermercado. En este paso puedes decidir agregar una cucharadita de champú que permita que la purpurina baje más lentamente.
  • Enrosque la tapa firmemente en el frasco; para arreglarlo mejor puedes usar pegamento termofusible.

Variaciones: si desea un instrumento más colorido, solo agregue un poco más de brillo y colorante para alimentos, antes de sellar el frasco de calma de su bebé.
Si se siente mejor, puede mezclar el agua y la purpurina en un recipiente aparte antes de verter el contenido en el frasco.


Puede convertirse en un bonito regalo para regalar en Navidad o en otra ocasión a tus amigos con niños pequeños.
Pídales que desenvuelvan un kit completo con los principales materiales a utilizar y un poco de purpurina o purpurina en diferentes formas y tamaños, para que puedan elegir según sus preferencias.
Sin duda será un regalo apreciado tanto por madres como por niños: estos últimos tendrán un nuevo juego con el que familiarizarse y que les ayudará a superar los momentos más críticos, los primeros habrán recibido un regalo casero, ¡sencillo y creativo!

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Azul y celeste: los colores de la calma

¿De qué color debo calmar mi frasco de Montessori?
Por lo general, los que mejor inspiran calma son el azul y el celeste.
Sin embargo, puede elegir el color según su gusto personal.

A continuación te proponemos los 3 mejores colores para conseguir el máximo efecto relajante del tarro, gracias a su poder antiestrés:

  • azul: el color azul, el color del cielo y el agua, logra transmitir bienestar y calma;
  • verde: tiene la capacidad de dar tranquilidad y paz;
  • morado: menos presente en la naturaleza que el azul o el verde, es una tonalidad que da armonía y calma mental.

¡Opta por purpurina y tintes en estos tonos para darle un color aún más intenso a tu tarro Montessori!

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