Dos corazones y dos chozas: las ventajas de vivir separados, siendo pareja

¿Estás realmente seguro de que estás listo para vivir juntos? Cuando pensamos que existe el amor verdadero, el que tiene A mayúscula, se asume que debemos estar preparados y dispuestos a elegir vivir juntos (si no casarnos), con todos los pensamientos adecuados, y que alternativamente entonces no eres lo suficientemente sólido como para compartir la vida de verdad. ¿Pero quién lo dijo? ¡Pueden vivir juntos sin vivir juntos y una relación puede ser igual de fuerte con dos chozas! Averigüemos cuáles son las ventajas de tener dos casas separadas y una relación, también porque esto es lo que pasa cuando van a vivir juntos, mira:

1. Vivan juntos cuando realmente les apetezca

Si viven juntos en muchas circunstancias, se ven obligados a estar juntos incluso cuando necesitan un momento de soledad. Si alguien piensa que esto fortalece a la pareja, sabemos en nuestro corazón que tener la oportunidad de escapar puede ser un lujo. Entonces, al contrario, sucede que, al tener dos casas diferentes, los momentos compartidos son el resultado no de la rutina diaria, sino de elecciones precisas que se hacen día a día. Muchas veces dos corazones y dos chozas es sinónimo de mayor autenticidad, al contrario de lo que cabría esperar ...

Ver también

Separados en casa: cómo hacer posible la convivencia bajo un mismo techo

Qué hacer el fin de semana para dos: 28 actividades divertidas para disfrutar de tu tiempo libre

Cómo olvidar a un ex: 7 consejos para volver a vivir después del final de una relación Cargando ...

vía GIPHY

2. Cultiva tu individualidad

Vivir solo es a menudo algo complicado: tus lavadoras, qué cocinar para ti, las compras que hacer, dónde, cómo y cuándo estar solo. Si bien es cierto que afrontar las propias responsabilidades en solitario (incluido el alquiler y las facturas) es más difícil, el que no mata, fortalece, forma fuerte y verdaderamente la propia individualidad. Esto incluye todas las pequeñas elecciones diarias, incluidas las de muebles. Esta premisa individual podría ser un excelente trampolín para un futuro compartido más sólido y consciente.

3. Aprende a respetar el espacio de los demás, manteniéndote independiente

Si tienes dos casas, es muy fácil comprender la necesidad de soledad, libertad e independencia del otro. El respeto es la base de la idea de que uno no quiere tener una habitación, sino una vida para uno solo, para compartir. Quizás parezca una obviedad, pero en la casa de un compañero, aunque pueda sentirse como en casa, uno siempre está en el el espacio del otro, y debemos respetarlo, es también una forma de crecer juntos, considerando la independencia del otro.

Cargando ...

vía GIPHY

4. Poder elegir dónde alojarse

Digamos que tienes inquilinos y él no, puedes elegir si te quedas en la compañía o no. Ya sea para hospedarse en la casa con balcón o en la de terraza, ya sea para hospedarse en la casa del centro o en las afueras. En resumen: tener dos casas separadas por parejas, equivale a tener DOS casas, por lo tanto, en muchas ocasiones, una opción DOBLE. Y no se ve mal, no.

5. Sea libre para vivir soltero

Tener tu propia casa es sinónimo de hacer lo que quieras. Si quieres dejar tu ropa por ahí, tus zapatos por todas partes, no cambies las sábanas, gratis. Si quieres poner en práctica tus mil paranoias sobre la limpieza por el contrario, gratis. En definitiva: una vida para dos en un contenedor para uno, donde puedes mantener ese margen de libertad para hacer lo que quieras, sin tener que dar demasiado (pero siempre un mínimo) peso a lo que quieren los que te rodean. Gratis.

Cargando ...

vía GIPHY

¿No podría ser la convivencia el secreto de estas parejas longevas? Mirar