Yoga Nidra: todos los beneficios de la relajación consciente

Yoga Nidra es una técnica de relajación particular que induce a tu cuerpo una especie de sueño alerta, una semiconsciencia, como la que sientes cuando estás a punto de quedarte dormido, un cruce entre el sueño y la vigilia, literalmente un "sueño psíquico".
La posición ideal para practicar yoga nidra es shavasana. Recuerda que tendrás que mantener esta posición durante algún tiempo, así que ayúdate de almohadas debajo del cuello o debajo de la pelvis para lograr una comodidad óptima.

Descubra cómo asumir correctamente la posición inicial del yoga nidra: ¡el shavasana!

Así es el yoga nidra

Nidra es una palabra sánscrita que significa dormir. Cuando piensas en el significado de la palabra Nidra no tienes que imaginar el sueño como estás acostumbrado, es decir, como un descanso nocturno. Dormir en yoga nidra es un estado mental consciente, un estado activo y nunca pasivo. El sueño consciente del yoga nidra se puede comparar con una condición de semiconsciencia en la que el cuerpo es capaz de relajarse y la mente puede redescubrir la creatividad, la resolución de problemas y una notable relajación del estrés diario. Durante una lección, el cuerpo duerme, pero la mente permanece despierta y activa.

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Cómo se practica el yoga nidra

Yoga nidra tiene los mismos beneficios que la meditación, pero al ser una meditación guiada, es mucho más fácil de practicar y no requiere experiencia. No puedes practicarlo solo pero la presencia de un profesor siempre será fundamental. A diferencia de otras técnicas de yoga, el yoga nidra es una práctica guiada que no se basa en el concepto de prana, energía, sino en los impulsos eléctricos de tu cerebro y en particular en las ondas que emite nuestro cerebro en condición de semillas. -Consciencia.
De hecho, el cerebro emite cuatro tipos diferentes de ondas en función de las diferentes actividades en las que se involucra: las ondas beta, las que identifican pensamientos y un estado de alerta y activo, las ondas alfa asociadas a la relajación y un estado de tranquilidad. Luego están las ondas delta, propias del sueño profundo, caracterizadas por la ausencia de otras sensaciones y finalmente las ondas tetha, las de paz interior, que representan la inspiración y nuestra creatividad inconsciente. Las ondas de Tetha son la base misma del yoga nidra.

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Las fases del yoga nidra

Esta práctica se basa en una secuencia articulada en varios pasos consecuentes. Quienes se acercan a esta disciplina no deben memorizar y prestar atención a las diferentes fases, sino despejar la mente de todos los pensamientos y dejarse guiar hacia la consecución de esta nueva conciencia. ¡Sigue leyendo para descubrir todas las etapas de una clase de yoga nidra!

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Preparación y relajación

Antes de comenzar la práctica, se practican unas asanas de calentamiento para activar los músculos y prepararlos para permanecer quietos durante mucho tiempo (¡algunas incluso duran horas!). Después del calentamiento, nos colocamos en la posición de shavasana y cerramos los ojos. Tumbado de espaldas sobre una colchoneta, brazos a lo largo del cuerpo, piernas ligeramente separadas y palmas mirando al cielo, en busca de una comodidad óptima, capaz de abrirnos las puertas de la verdadera relajación, facilitada por escuchar la voz que nos guía. Es fundamental adoptar una posición realmente cómoda y para ello, unas almohadas suaves y una manta pueden ser imprescindibles. Para entrar en el estado de semiconsciencia es necesario permanecer quieto. Y mientras el cuerpo duerme, la mente debe permanecer despierta.

La resolución: la elección del Sankalpa

Sankapla, la semilla del cambio, es un propósito positivo que acompaña a toda la práctica. Tiene que ser simple, breve. Debe elegirse con cuidado y debe repetirse con convicción y confianza tres veces en el momento de máxima relajación, es decir, cuando el cuerpo esté listo para escucharlo.

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La rotación de la conciencia: la tercera etapa del yoga nidra

Con la hábil dirección de la voz que guía, la conciencia viaja a través de las diferentes partes del cuerpo de manera sistemática. La rotación de la conciencia sigue una secuencia bien definida: se enfoca primero en el lado derecho del cuerpo y luego en el izquierdo. Luego de nuevo en la parte posterior del cuerpo y finalmente en el frente.

Conciencia de la respiración: hacia una relajación completa

En este punto, la meditación guiada se centra en la respiración y en tomar conciencia del ritmo y los movimientos de nuestra respiración natural sin forzarla de ninguna manera.

El despertar de sensaciones opuestas: la búsqueda del equilibrio

Este paso es particularmente delicado y es fundamental para resaltar sensaciones que nuestro cuerpo normalmente experimenta solo a nivel inconsciente. En esta fase se evocan pares de sentimientos opuestos o sensaciones opuestas, como calor y frío o incluso dolor y placer.

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Las visualizaciones y el lento despertar

La última fase del yoga nidra sirve para inducir la relajación mental, la más profunda. La voz del maestro, el swami, guía hacia visualizaciones de objetos, imágenes, historias o situaciones. Cuando terminan las visualizaciones, el camino meditativo también está a punto de terminar. Para ello, se le pedirá que vuelva a recordar el sankalpa. Una vez más el propósito debe repetirse con firmeza y con la nueva y poderosa conciencia que el yoga anhidro entrega a tu persona.
En este punto comienza el despertar: el practicante pasa del sueño consciente a la vigilia. La mente experimenta el momento del despertar mientras tu cuerpo vuelve lentamente a moverse.

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5 buenas razones para practicar yoga nidra

Yoga nidra alivia las tensiones que forman parte del día a día de muchas personas y que muchas veces se convierten en trastornos psicosomáticos. A través de la meditación guiada es posible actuar sobre todo tipo de tensiones, musculares, emocionales y mentales. Otro motivo para dedicarse a esta disciplina son sus efectos benéficos sobre la mente: la conciencia corporal es capaz de estimular el cerebro induciendo una relajación profunda y un preciado entrenamiento mental así como un evidente bienestar físico. Yoga nidra también mejora la funcionalidad del cerebro y con la práctica constante despierta la creatividad, la intuición, la memoria y la capacidad de aprendizaje. Es un remedio válido para contrarrestar el estrés, porque esta disciplina desarrolla en el individuo la conciencia de tener dentro de sí mismo la posibilidad de oponerse al estrés, despertando también la autoestima. Sesión tras sesión, el yoga nidra aclara el inconsciente al sacar a la luz los deseos de los mecanismos de defensa que nuestra mente normalmente no tiende a afrontar.

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